El tanque reparado presentaba fisuras de grán calibre las cuales fueron debidamente tratadas con selladores para posteriormente aplicar un mortero hidrófugo adecuado para trabajar en contacto con agua potable.
Al mismo tiempo se realizo la reparación y aplicación de pintura acrílica en las seis caras exteriores del tanque.
De esta forma además de una apreciable mejora estética en la estructura se logró recuperar la estanqueidad de la cuba, garantizando la calidad del agua potable en su interior.